Cultivar Marihuana Autofloreciente en Exterior
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La marihuana autofloreciente es un tipo cannabis con una caraterística que la hace única y singular con respecto al resto. Ese rasgo tan distintivo es que no vincula sus etapas de crecimiento y floración en relación a las horas de luz y oscuridad diarias, como ocurre con el cannabis fotodependiente.
Al no depender de la época del año en que nos encontremos para cultivar estas variedades, posibilita el que podamos afrontar un cultivo en exterior con unas fechas más amplias y moldeables. Si bien en épocas pasadas las autoflorecientes no eran muy apreciadas, en la actualidad las mejoras genéticas han hecho que sean muy tenidas en cuenta.
Atrás quedaron aquellos años en los que las autoflorecientes eran sinónimo de altura insignificante, y nula carga psicoactiva. Erroneamente se suelen asociar siempre a cultivadores novatos, pero no necesariamente tiene que ser así.
Lo que si es cierto es que todas las cepas autoflorecientes siempre llevan en su insertado en su adn la genética del cannabis rudelaris. La marihuana autofloreciente es una planta agradecida y de cultivo fácil.
Aunque el cannabis autofloreciente no sea fotodependiente (valga la redundancia), simpre hay que respetar unos requerimientos mínimos para saber Cuando Plantar Marihuana. Todas las autoflorecientes necesitan como mínimo días con 10 horas de luz solar.
De igual modo, y como no podía ser de otra forma precisan de temperaturas suaves para su desarrollo. No estoy diciendo que en días con menos de 10 horas de luz el cultivo no sea posible, pero será más precario y dificultoso.
Dependiendo en cada caso del clima que tengamos y de la latitud a la que nos encontremos, habrá que casar nuestro calendario con los apetitos lumínicos y térmicos de las autoflorecientes. Al descender de las rudelaris, las autoflorecientes arrastran la carga genética que las hace prosperar en terrenos con paupérrimos nutrientes, y escasas precipitaciones.
Éstos condicionantes hay que tenerlos siempre en cuenta a la hora de su cultivo. Lo más recomendable es aportar pocos nutrientes al sustrato, y siempre que sea posible de origen biológico; prescinde de los fertilizantes artificiales.
Purin de ortiga o te de ortiga es una opción excelente. Con los riegos hay que tener cuidado de que sean espaciados y no muy generosos.
Hacer lo contrario tano en fertilización, como en riegos sólo nos traera problemas. Hay que cambiar el chip cuando uno está acostumbrado a cultivar variedades ávidas de agua y nutrientes.
El cultivo de marihuana autofloreciente en exterior puede llevarse a cabo tanto en macetas como directamente en tierra madre. De hecho el cannabis autofloreciente suele ser la mejor opción de Como cultivar marihuana para consumo propio en terrazas.
En el caso de optar por el cultivo en macetas es fundamental que sean lo suficientemente grandes como para permitir que las plantas crezcan libremente. Aunque la talla de las autos es en general baja, su estramado de raices precisa de mucho sustrato a colonizar; por lo general más que una planta de cannabis fotodependiente.
Si el contenedor o maceta peca de pequeño tamaño, cuando las raices de la planta se topen con el fondo del mismo, el proceso de crecimiento se frenará en seco y no crecerá más. Este particular hay que tenerlo muy en cuenta más cuando ya de por si la marihuana autofloreciente es de baja estatura.
Si el sustrato está suelto y aireado mucho mejor. Un sustrato con esas características mejorará y mucho el desarrollo raticular; algo muy importante en la marihuana autofloreciente.
El emplear esquejes para multiplicar marihuana autofloreciente no es un método válido, pues el tiempo que se pierde durante el proceso de enraizamiento nunca se vuelve a recuperar. El reloj biológico de las autoflorecientes con la cuenta atrás en marcha se pone a funcionar nada más germinar las semillas.
Si a una planta que estará lista para la cosecha después de 70 días de germinar la mantienes 10 días enraizando, apaga y vamonos. Lo mismo ocurre con los trasplantes, y el estrés que éstos generan a la planta.
Mejor sembrar directamente; siempre que sea factible. En el caso de tener que combatir algún tipo de plaga lo mejor es hacerlo remedios naturales. En este caso su corto ciclo de vida también es un condicionante a la hora de utilizar químicos artificiales y su periodo de carencia por seguridad antes de cosechar.
Si hemos seguido las instruciones y no se ha torcido nada, normalmente transcurridas de 7 a 9 semanas se producirá la floración. Sólo falta aguardar a que los cogollos estén en su punto, y cosecharlos.
Tambien te puede interesar: Cultivo Fuera de Temporada en exterior
Al no depender de la época del año en que nos encontremos para cultivar estas variedades, posibilita el que podamos afrontar un cultivo en exterior con unas fechas más amplias y moldeables. Si bien en épocas pasadas las autoflorecientes no eran muy apreciadas, en la actualidad las mejoras genéticas han hecho que sean muy tenidas en cuenta.
Atrás quedaron aquellos años en los que las autoflorecientes eran sinónimo de altura insignificante, y nula carga psicoactiva. Erroneamente se suelen asociar siempre a cultivadores novatos, pero no necesariamente tiene que ser así.
Lo que si es cierto es que todas las cepas autoflorecientes siempre llevan en su insertado en su adn la genética del cannabis rudelaris. La marihuana autofloreciente es una planta agradecida y de cultivo fácil.
Necesidades de la marihuana autofloreciente
Aunque el cannabis autofloreciente no sea fotodependiente (valga la redundancia), simpre hay que respetar unos requerimientos mínimos para saber Cuando Plantar Marihuana. Todas las autoflorecientes necesitan como mínimo días con 10 horas de luz solar.
De igual modo, y como no podía ser de otra forma precisan de temperaturas suaves para su desarrollo. No estoy diciendo que en días con menos de 10 horas de luz el cultivo no sea posible, pero será más precario y dificultoso.
Dependiendo en cada caso del clima que tengamos y de la latitud a la que nos encontremos, habrá que casar nuestro calendario con los apetitos lumínicos y térmicos de las autoflorecientes. Al descender de las rudelaris, las autoflorecientes arrastran la carga genética que las hace prosperar en terrenos con paupérrimos nutrientes, y escasas precipitaciones.
Éstos condicionantes hay que tenerlos siempre en cuenta a la hora de su cultivo. Lo más recomendable es aportar pocos nutrientes al sustrato, y siempre que sea posible de origen biológico; prescinde de los fertilizantes artificiales.
Purin de ortiga o te de ortiga es una opción excelente. Con los riegos hay que tener cuidado de que sean espaciados y no muy generosos.
Hacer lo contrario tano en fertilización, como en riegos sólo nos traera problemas. Hay que cambiar el chip cuando uno está acostumbrado a cultivar variedades ávidas de agua y nutrientes.
Cultivo de marihuana autofloreciente
El cultivo de marihuana autofloreciente en exterior puede llevarse a cabo tanto en macetas como directamente en tierra madre. De hecho el cannabis autofloreciente suele ser la mejor opción de Como cultivar marihuana para consumo propio en terrazas.
En el caso de optar por el cultivo en macetas es fundamental que sean lo suficientemente grandes como para permitir que las plantas crezcan libremente. Aunque la talla de las autos es en general baja, su estramado de raices precisa de mucho sustrato a colonizar; por lo general más que una planta de cannabis fotodependiente.
Si el contenedor o maceta peca de pequeño tamaño, cuando las raices de la planta se topen con el fondo del mismo, el proceso de crecimiento se frenará en seco y no crecerá más. Este particular hay que tenerlo muy en cuenta más cuando ya de por si la marihuana autofloreciente es de baja estatura.
Si el sustrato está suelto y aireado mucho mejor. Un sustrato con esas características mejorará y mucho el desarrollo raticular; algo muy importante en la marihuana autofloreciente.
El emplear esquejes para multiplicar marihuana autofloreciente no es un método válido, pues el tiempo que se pierde durante el proceso de enraizamiento nunca se vuelve a recuperar. El reloj biológico de las autoflorecientes con la cuenta atrás en marcha se pone a funcionar nada más germinar las semillas.
Si a una planta que estará lista para la cosecha después de 70 días de germinar la mantienes 10 días enraizando, apaga y vamonos. Lo mismo ocurre con los trasplantes, y el estrés que éstos generan a la planta.
Mejor sembrar directamente; siempre que sea factible. En el caso de tener que combatir algún tipo de plaga lo mejor es hacerlo remedios naturales. En este caso su corto ciclo de vida también es un condicionante a la hora de utilizar químicos artificiales y su periodo de carencia por seguridad antes de cosechar.
Si hemos seguido las instruciones y no se ha torcido nada, normalmente transcurridas de 7 a 9 semanas se producirá la floración. Sólo falta aguardar a que los cogollos estén en su punto, y cosecharlos.
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