Magnum de Buddha Seeds
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La variedad Magnum, autofloreciente y feminizada del banco de semillas Buddha Seeds es el resultado y colofón del cruzamiento de tres cepas de cannabis. Todas esas cepas fueron cuidadosamente seleccionadas atendiendo a sus singulares características de crecimientos vegetativos extremadamente rápidos, y su ingente producción de cogollos.
Conviertiéndose de esta forma en la autofloreciente feminizada más productiva y potente de Buddha Seeds. Siendo igualmente una de las variedades autoflorecientes más productivas que actualmente podemos encontrar en el mercado.
La Magnum es una las estrellas principales de Buddha Seeds. Su índole titánica sumada a la solera del banco de semillas al que pertenece, la hacen jugar en la champions league acompañando a otras divinidades como la Moby Dick de Dinafem.
Características
Buddha Seeds mantiene celosamente en secreto el nombre de las tres cepas que fusionadas dan lugar a la Magnum. Sin embargo la se sabe con abrumadora certeza que su marcada vertiente sativa es heredada de las variedades Haze o Jack Herer.
Esta variedad tiende a desarrollarse formando una característica y inconfundible silueta que se asemeja en cierta forma a un abeto al final del ciclo. Alcanzando en estado natural una considerable altura.
Superando más que de sobra el metro, y en ocasiones incluso el metro y medio. Siendo la produción algo que es más variable por estar vinculada a un montón de parámetros.
De todos modos podemos decir que una producción aceptable sería de 100 gramos por planta en interior, y de 200 gramos en exteriores. Obteniendo unos cogollos alargados y esponjosos que además resisten muy bien a la pudrición.
Con respecto a su aroma y sabor cabe reseñar que deja el paladar fresco y mentolado; con unos matices de incienso. Por su parte la consecuencia más palpable de su consumo es una risa incontrolable y pegadiza que surge un tiempo después de que el impresionante e intenso subidón de THC haya puesto el broche de oro en el cerebro.
Cultivo
Magnum es una variedad que por sus peculiaridades admite tanto cultivo interior, como en exterior. Ambas opciones son igual de válidas y aconsejables.
Aún siendo una planta automática su tendencia e instinto natural es el de medrar vivazmente haciéndose grande y alta. Para lograr que la planta alcance su máximo esplendor hay que resolver siempre con un cultivo en exteriores, y a poder ser en el mismo suelo.
Ya sea en maceta o directamente en tierra madre, habremos escogido una de las variedades de la marihuana más productiva en exterior. En el caso de hacerlo en maceta, utilizaremos la maceta más grande de la que dispongamos.
Con un desarrollo enérgico, pronto se tornará en un auténtico monstruo verde que asombrará a propios y extraños. Hay quién debido al tamaño alcanzado incluso se atreva a discutir la naturaleza autofloreciente de la planta.
Si por el contrario el cultivo va ha realizarse en el interior es muy aconsejable seguir las directrices marcadas por su creadores. Nunca utilizar macetas grandes, y siempre que sea viable retrasar los trasplantes.
De esta forma controlaremos sus ansias de altura, moldeando así su desarrollo. Las innumerables ramificaciones de las que hace gala esta variedad permiten también la utilización de técnicas de scrog cuando el cultivo se hace en el interior.
La Magnum es una planta con buen apetito; tanto durante el crecimiento como en la floración. Así que habrá que proveerla con los suficientes nutrientes para que pueda cubrir en todo monto sus necesidades.
Agradecida tanto con veteranos como con principiantes. Una adecuada planificación del calendario de cultivo nos posibilitará el realizar varias cosechas de esta cepa a lo largo del año.
Otra cosa muy a tener en cuenta cuando el cultivo sea en interior es el no acercar demasiado el foco a las ramas. Al ser una planta densa en ocasiones la luz de la lámpara no llega como querríamos
Impulsivamente la tendencia mayoritaria es la de acercar el foco. Con el problema añadido de que de esta forma corremos el riesgo de chamuscar la mata.
Aplicando técnicas de scrog ésto nunca ocurrirá, pues no será necesario aproximar el foco para que la luz alcance con todo su poderío a nuestra planta. Al cabo de aproximadamente 75 días después de la germinación los resinosos cogollos estarán en el punto perfecto para la cosecha.
También te puede interesar: Critical Bilbo, una Leyenda Viva.
Conviertiéndose de esta forma en la autofloreciente feminizada más productiva y potente de Buddha Seeds. Siendo igualmente una de las variedades autoflorecientes más productivas que actualmente podemos encontrar en el mercado.
La Magnum es una las estrellas principales de Buddha Seeds. Su índole titánica sumada a la solera del banco de semillas al que pertenece, la hacen jugar en la champions league acompañando a otras divinidades como la Moby Dick de Dinafem.
Características
Buddha Seeds mantiene celosamente en secreto el nombre de las tres cepas que fusionadas dan lugar a la Magnum. Sin embargo la se sabe con abrumadora certeza que su marcada vertiente sativa es heredada de las variedades Haze o Jack Herer.
Esta variedad tiende a desarrollarse formando una característica y inconfundible silueta que se asemeja en cierta forma a un abeto al final del ciclo. Alcanzando en estado natural una considerable altura.
Superando más que de sobra el metro, y en ocasiones incluso el metro y medio. Siendo la produción algo que es más variable por estar vinculada a un montón de parámetros.
De todos modos podemos decir que una producción aceptable sería de 100 gramos por planta en interior, y de 200 gramos en exteriores. Obteniendo unos cogollos alargados y esponjosos que además resisten muy bien a la pudrición.
Con respecto a su aroma y sabor cabe reseñar que deja el paladar fresco y mentolado; con unos matices de incienso. Por su parte la consecuencia más palpable de su consumo es una risa incontrolable y pegadiza que surge un tiempo después de que el impresionante e intenso subidón de THC haya puesto el broche de oro en el cerebro.
Cultivo
Magnum es una variedad que por sus peculiaridades admite tanto cultivo interior, como en exterior. Ambas opciones son igual de válidas y aconsejables.
Aún siendo una planta automática su tendencia e instinto natural es el de medrar vivazmente haciéndose grande y alta. Para lograr que la planta alcance su máximo esplendor hay que resolver siempre con un cultivo en exteriores, y a poder ser en el mismo suelo.
Ya sea en maceta o directamente en tierra madre, habremos escogido una de las variedades de la marihuana más productiva en exterior. En el caso de hacerlo en maceta, utilizaremos la maceta más grande de la que dispongamos.
Con un desarrollo enérgico, pronto se tornará en un auténtico monstruo verde que asombrará a propios y extraños. Hay quién debido al tamaño alcanzado incluso se atreva a discutir la naturaleza autofloreciente de la planta.
Si por el contrario el cultivo va ha realizarse en el interior es muy aconsejable seguir las directrices marcadas por su creadores. Nunca utilizar macetas grandes, y siempre que sea viable retrasar los trasplantes.
De esta forma controlaremos sus ansias de altura, moldeando así su desarrollo. Las innumerables ramificaciones de las que hace gala esta variedad permiten también la utilización de técnicas de scrog cuando el cultivo se hace en el interior.
La Magnum es una planta con buen apetito; tanto durante el crecimiento como en la floración. Así que habrá que proveerla con los suficientes nutrientes para que pueda cubrir en todo monto sus necesidades.
Agradecida tanto con veteranos como con principiantes. Una adecuada planificación del calendario de cultivo nos posibilitará el realizar varias cosechas de esta cepa a lo largo del año.
Otra cosa muy a tener en cuenta cuando el cultivo sea en interior es el no acercar demasiado el foco a las ramas. Al ser una planta densa en ocasiones la luz de la lámpara no llega como querríamos
Impulsivamente la tendencia mayoritaria es la de acercar el foco. Con el problema añadido de que de esta forma corremos el riesgo de chamuscar la mata.
Aplicando técnicas de scrog ésto nunca ocurrirá, pues no será necesario aproximar el foco para que la luz alcance con todo su poderío a nuestra planta. Al cabo de aproximadamente 75 días después de la germinación los resinosos cogollos estarán en el punto perfecto para la cosecha.
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