La Genética de la Marihuana 3ª parte
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Si polinizo una hembra haze con un macho afghano que tengo, ¿Se mantendrá el sabor haze?
¿Será mas corta la floración? Pero claro, surge la duda: si lo hago al revés y uso como macho la sativa y de hembra la índica, ¿qué sucederá entonces?
Lo cierto es que es difícil prever las características de la descendencia, sobre todo cuando los parentales no son muy puros. Por esto, trataremos de explicar las técnicas básicas para poder saber “grosso modo” cuáles serán los resultados de nuestros cruces.
Normalmente, cuando un cannabicultor da el salto y decide internarse en los caminos de la crianza, suele ser por uno de los siguientes motivos: O bien desea una planta con unas determinadas características que ha visto en otras, o bien desea mejorar una que ya posee. En otros casos se pretende reproducir una variedad de la cual solo se dispone de un parental, y hay quien cría por el puro placer de criar. En cualquier caso, la duda y el problema principal es que sucederá con la descendencia, pues los veinte pares de cromosomas que conforman la cadena de adn del cannabis son suficientes para que sus combinaciones produzcan un gran número de posibilidades.
La célula, el cromosoma y el gen
Todos los seres vivos están compuestos por células; en los superiores, éstas se especializan en la fabricación de tejidos y órganos, mientras que se agrupan o funcionan individualmente en los inferiores. Básicamente, las células de las plantas superiores está formada por diferentes órganulos y membranas por un lado, y el núcleo por otro, todo ello contenido por las paredes celulares que los protegen y dan forma a la célula.
En el interior del núcleo se encuentran los cromosomas. Cada uno de ellos está formado por dos filamentos iguales que se denominan cromátidas o cromatidios. Estos dos filamentos son exactamente iguales pues se trata de una duplicación que se realiza fuera del ciclo de división nuclear. Los dos filamentos se unen en un punto que llamamos centrómero. Cada filamento o cromátida está compuesto por una asociación de ácido desoxirribonucleico (ADN) con unas proteínas específicas. Por lo tanto, cada cromosoma tiene dos fibras idénticas de ADN, una en cada cromátida. El cannabis tiene veinte pares de cromosomas.
El ADN es el medio o la sustancia responsable de la transmisión y codificación del mensaje hereditario, y se compone de los llamados nucleótidos. Estos conforman una doble hélice que se replica de manera muy exacta, pues el mensaje hereditario recibido debería ser transmitido sin alteraciones, pues cuando esto sucede ya sea por la pérdida o la inserción de un determinado segmento de nucleótidos, se produce una mutación.
El ADN puede ser codificante o no, esto es que sea potencialmente causante de un efecto o bien que se trate de ADN repetitivo cuyas funciones se desconocen al dia de hoy. Cuando encontramos un segmento de ADN codificante con sus marcas de inicio y final (codones y/o marcadores), estamos hablando de un Gen.
Cada especie posee un número determinado e inalterable de cromosomas, usualmente organizados por pares. En el ser humano, por ejemplo, contamos con cuarenta y seis pares, mientras que el cannabis posee veinte. El conjunto de cromosomas se denomina genoma. Los cromosomas que forman parte del mismo par se denominan homólogos. En este caso no se produce la duplicidad idéntica que se da en los cromatidios, es decir, los cromosomas que forman el par no tienen porque ser absolutamente idénticos si tenemos en cuenta que provienen de distinto origen (padre y madre), aunque mas adelante se verá como se puede conseguir que lo sean. Por lo tanto, el número de cromosomas que caracteriza a cada especie se representa por 2n, siendo n el número de pares dividido entre 2.
A parte de todo lo anterior, existen en la célula algunos elementos extranucleares como los cloroplastos, que es donde se produce la función clorofílica, o las mitocondrias, responsables de la respiración aerobia celular, que poseen sus propios cromosomas en forma de minusculos círculos de ADN que se repiten en cada orgánulo. Este ADN (que a veces se denomina ADN-m o mitocondrial) funciona exactamente igual que el ADN "principal", replicándose de la misma forma y sujetos a la posibilidad de mutar. El criador de cannabis tendrá poco o nulo control sobre los caracteres que porta cada uno estos dos orgánulos, pero debería tenerlos en cuenta si desea fijar determinadas características en cuanto a función clorofílica y respiratoria.
El mecanismo de transmisión
Cuando llega el momento de la reproducción celular, la célula se divide para formar otras dos idénticas. Primero se divide el núcleo separándose los dos pares de cromosomas en el proceso que llamamos cariocinesis o mitosis. A continuación se divide la célula completa en dos, conteniendo cada nueva célula un núcleo con un solo par de cromosomas. A continuación, el ADN de cada cromatidio se reduplica, completando la estructura final del ADN del núcleo, que será exactamente igual al primero a no ser que se haya producido alguna mutación en algún punto del proceso. En este momento tenemos una nueva célula completa pero con el ADN desespiralizado, o de alguna manera inactivo.
Al haberse producido una duplicación exacta de cada cromosoma, y en teoría los orgánulos que también son susceptibles de contener información hereditaria se han repartido por igual en las células hijas, nos encontramos con que si en un determinado punto de una cromátida (dentro de un cromosoma) se encuentra una determinada información A, esta misma información A se encontrará en el mismo punto de la cadena hermana por lo que podríamos marcar ese punto del cromosoma como A obviando el hecho de que realmente son dos cadenas A dentro del mismo cromosoma. Esta podría ser la información necesaria para, por ejemplo, producir hojas de foliolo ancho (índicas).
Es muy importante recordar que no estamos hablando de cromosomas sino de cromatidios, pues mientras estos producen copias exactas, aquellos no, ya que cada componente de cada par (cromosoma homólogo) proviene de un parental diferente, pudiendo portar información diferente en puntos equivalentes de sus cadenas de ADN. Esto implica que el homólogo del cromosoma descrito anteriormente puede contener en ese punto la información a en vez de A, que produce hojas de foliolo estrecho (sativas).
Como ya hemos comentado, dentro de la cadena de ADN podemos encontrar fragmentos con un marcador de inicio y otro de final a los que denominamos Locus. Cuando además en ese lugar se encuentra la información que permite expresar un determinado carácter, como hoja de foliolo ancho o estrecho, le llamamos Gen. En el ejemplo que estamos trabajando tenemos pués un gen que tiene dos formas, A para hojas de foliolo ancho y a para hojas de foliolo estrecho. A cada una de estas dos alternativas se les denomina Alelos. Un gen puede tener mas alternativas alélicas que formarían las llamadas Series Alélicas, pero por el momento nos limitaremos a solo dos elementos, A y a.
Así que tenemos que la célula tiene tres posibles combinaciones para el Locus A/a: AA, aa y Aa. Las dos primeras células se denominan homocigóticas para los caractéres A y a (hojas de foliolo ancho y estrecho), mientras que la tercera sería heterocigótica para el carácter "ancho del foliolo". Sucede igual con otro par de alelos B/b situados en otro cromosoma. Como la célula se reproduce igual a si misma, tenemos que todas las células hijas contendrán la información AaBb (Genotipo Celular).
La aportación parental
En las especies vegetales dioicas alógamas, cada individuo se desarrolla a partir de un cigoto formado por dos gametos, uno procedente del padre y otro de la madre, conteniendo cada uno uno de los cromosomas homólogos de cada par. Los caracteres hereditarios manifestados físicamente en el individuo se transmiten únicamente a través de la reproducción sexual por medio de los gametos que son la única vía real de transmisión hereditaria parentales - hijo.
El cannabis también se puede reproducir asexualmente a través de un trozo de tejido o planta (esqueje, estaca) que a través del crecimiento vegetativo reproduce todos los tejidos y órganos acabando por formar un individuo completo idéntico al donante y que se denomina “clon”. En este caso, las características o alelos del individuo se mantienen inalterables generación tras generación, siendo realmente una única generación extendida en el tiempo. Solo se produciría un teórico cambio en caso de producirse una mutación en el ADN de las primeras células al originar el propágulo que dispara la especialización de las células madre, pero esto es rarísimo y ocurre en muy contadas ocasiones, por lo que se puede mantener un determinado parental inalterado a lo largo del tiempo a partir de sus clones, o los clones de sus clones sin pérdida, en principio, de información.
Si el macho y la hembra poseen genotipos homocigóticos AA y aa solo podrán formarse gametos A y a, y toda la descendencia serán de genotipo Aa. Esto sería un primer híbrido o primera generación filial, usualmente representada por F1, que será totalmente uniforme para un determinado carácter si los dos parentales son homocigóticos para ese mismo carácter (Primera Ley de Mendel).
Por lo tanto, para conseguir un híbrido comercial estable para un determinado carácter necesitamos que sus parentales también lo sean, cada uno por separado. Usualmente llamamos a este tipo de parentales "líneas puras", pues al ser homocigóticos individualmente y entre sí, perpetúan su genotipo a través de la reproducción sexual. Por esto, los híbridos provenientes de dos líneas puras suelen mostrar una estabilidad altísima para todos los caracteres.
Más adelante veremos por encima las diferentes formas de hibridación en generaciones posteriores a la F2 a partir de la fecundación cruzada y el retrocruzamiento y comenzaremos con las definiciones de genotipo y fenotipo como introducción a un programa real de crianza. Hasta entonces, un saludo.
¿Será mas corta la floración? Pero claro, surge la duda: si lo hago al revés y uso como macho la sativa y de hembra la índica, ¿qué sucederá entonces?
Lo cierto es que es difícil prever las características de la descendencia, sobre todo cuando los parentales no son muy puros. Por esto, trataremos de explicar las técnicas básicas para poder saber “grosso modo” cuáles serán los resultados de nuestros cruces.
Normalmente, cuando un cannabicultor da el salto y decide internarse en los caminos de la crianza, suele ser por uno de los siguientes motivos: O bien desea una planta con unas determinadas características que ha visto en otras, o bien desea mejorar una que ya posee. En otros casos se pretende reproducir una variedad de la cual solo se dispone de un parental, y hay quien cría por el puro placer de criar. En cualquier caso, la duda y el problema principal es que sucederá con la descendencia, pues los veinte pares de cromosomas que conforman la cadena de adn del cannabis son suficientes para que sus combinaciones produzcan un gran número de posibilidades.
La célula, el cromosoma y el gen
Todos los seres vivos están compuestos por células; en los superiores, éstas se especializan en la fabricación de tejidos y órganos, mientras que se agrupan o funcionan individualmente en los inferiores. Básicamente, las células de las plantas superiores está formada por diferentes órganulos y membranas por un lado, y el núcleo por otro, todo ello contenido por las paredes celulares que los protegen y dan forma a la célula.
En el interior del núcleo se encuentran los cromosomas. Cada uno de ellos está formado por dos filamentos iguales que se denominan cromátidas o cromatidios. Estos dos filamentos son exactamente iguales pues se trata de una duplicación que se realiza fuera del ciclo de división nuclear. Los dos filamentos se unen en un punto que llamamos centrómero. Cada filamento o cromátida está compuesto por una asociación de ácido desoxirribonucleico (ADN) con unas proteínas específicas. Por lo tanto, cada cromosoma tiene dos fibras idénticas de ADN, una en cada cromátida. El cannabis tiene veinte pares de cromosomas.
El ADN es el medio o la sustancia responsable de la transmisión y codificación del mensaje hereditario, y se compone de los llamados nucleótidos. Estos conforman una doble hélice que se replica de manera muy exacta, pues el mensaje hereditario recibido debería ser transmitido sin alteraciones, pues cuando esto sucede ya sea por la pérdida o la inserción de un determinado segmento de nucleótidos, se produce una mutación.
El ADN puede ser codificante o no, esto es que sea potencialmente causante de un efecto o bien que se trate de ADN repetitivo cuyas funciones se desconocen al dia de hoy. Cuando encontramos un segmento de ADN codificante con sus marcas de inicio y final (codones y/o marcadores), estamos hablando de un Gen.
Cada especie posee un número determinado e inalterable de cromosomas, usualmente organizados por pares. En el ser humano, por ejemplo, contamos con cuarenta y seis pares, mientras que el cannabis posee veinte. El conjunto de cromosomas se denomina genoma. Los cromosomas que forman parte del mismo par se denominan homólogos. En este caso no se produce la duplicidad idéntica que se da en los cromatidios, es decir, los cromosomas que forman el par no tienen porque ser absolutamente idénticos si tenemos en cuenta que provienen de distinto origen (padre y madre), aunque mas adelante se verá como se puede conseguir que lo sean. Por lo tanto, el número de cromosomas que caracteriza a cada especie se representa por 2n, siendo n el número de pares dividido entre 2.
A parte de todo lo anterior, existen en la célula algunos elementos extranucleares como los cloroplastos, que es donde se produce la función clorofílica, o las mitocondrias, responsables de la respiración aerobia celular, que poseen sus propios cromosomas en forma de minusculos círculos de ADN que se repiten en cada orgánulo. Este ADN (que a veces se denomina ADN-m o mitocondrial) funciona exactamente igual que el ADN "principal", replicándose de la misma forma y sujetos a la posibilidad de mutar. El criador de cannabis tendrá poco o nulo control sobre los caracteres que porta cada uno estos dos orgánulos, pero debería tenerlos en cuenta si desea fijar determinadas características en cuanto a función clorofílica y respiratoria.
El mecanismo de transmisión
Cuando llega el momento de la reproducción celular, la célula se divide para formar otras dos idénticas. Primero se divide el núcleo separándose los dos pares de cromosomas en el proceso que llamamos cariocinesis o mitosis. A continuación se divide la célula completa en dos, conteniendo cada nueva célula un núcleo con un solo par de cromosomas. A continuación, el ADN de cada cromatidio se reduplica, completando la estructura final del ADN del núcleo, que será exactamente igual al primero a no ser que se haya producido alguna mutación en algún punto del proceso. En este momento tenemos una nueva célula completa pero con el ADN desespiralizado, o de alguna manera inactivo.
Al haberse producido una duplicación exacta de cada cromosoma, y en teoría los orgánulos que también son susceptibles de contener información hereditaria se han repartido por igual en las células hijas, nos encontramos con que si en un determinado punto de una cromátida (dentro de un cromosoma) se encuentra una determinada información A, esta misma información A se encontrará en el mismo punto de la cadena hermana por lo que podríamos marcar ese punto del cromosoma como A obviando el hecho de que realmente son dos cadenas A dentro del mismo cromosoma. Esta podría ser la información necesaria para, por ejemplo, producir hojas de foliolo ancho (índicas).
Es muy importante recordar que no estamos hablando de cromosomas sino de cromatidios, pues mientras estos producen copias exactas, aquellos no, ya que cada componente de cada par (cromosoma homólogo) proviene de un parental diferente, pudiendo portar información diferente en puntos equivalentes de sus cadenas de ADN. Esto implica que el homólogo del cromosoma descrito anteriormente puede contener en ese punto la información a en vez de A, que produce hojas de foliolo estrecho (sativas).
Como ya hemos comentado, dentro de la cadena de ADN podemos encontrar fragmentos con un marcador de inicio y otro de final a los que denominamos Locus. Cuando además en ese lugar se encuentra la información que permite expresar un determinado carácter, como hoja de foliolo ancho o estrecho, le llamamos Gen. En el ejemplo que estamos trabajando tenemos pués un gen que tiene dos formas, A para hojas de foliolo ancho y a para hojas de foliolo estrecho. A cada una de estas dos alternativas se les denomina Alelos. Un gen puede tener mas alternativas alélicas que formarían las llamadas Series Alélicas, pero por el momento nos limitaremos a solo dos elementos, A y a.
Así que tenemos que la célula tiene tres posibles combinaciones para el Locus A/a: AA, aa y Aa. Las dos primeras células se denominan homocigóticas para los caractéres A y a (hojas de foliolo ancho y estrecho), mientras que la tercera sería heterocigótica para el carácter "ancho del foliolo". Sucede igual con otro par de alelos B/b situados en otro cromosoma. Como la célula se reproduce igual a si misma, tenemos que todas las células hijas contendrán la información AaBb (Genotipo Celular).
La aportación parental
En las especies vegetales dioicas alógamas, cada individuo se desarrolla a partir de un cigoto formado por dos gametos, uno procedente del padre y otro de la madre, conteniendo cada uno uno de los cromosomas homólogos de cada par. Los caracteres hereditarios manifestados físicamente en el individuo se transmiten únicamente a través de la reproducción sexual por medio de los gametos que son la única vía real de transmisión hereditaria parentales - hijo.
El cannabis también se puede reproducir asexualmente a través de un trozo de tejido o planta (esqueje, estaca) que a través del crecimiento vegetativo reproduce todos los tejidos y órganos acabando por formar un individuo completo idéntico al donante y que se denomina “clon”. En este caso, las características o alelos del individuo se mantienen inalterables generación tras generación, siendo realmente una única generación extendida en el tiempo. Solo se produciría un teórico cambio en caso de producirse una mutación en el ADN de las primeras células al originar el propágulo que dispara la especialización de las células madre, pero esto es rarísimo y ocurre en muy contadas ocasiones, por lo que se puede mantener un determinado parental inalterado a lo largo del tiempo a partir de sus clones, o los clones de sus clones sin pérdida, en principio, de información.
Si el macho y la hembra poseen genotipos homocigóticos AA y aa solo podrán formarse gametos A y a, y toda la descendencia serán de genotipo Aa. Esto sería un primer híbrido o primera generación filial, usualmente representada por F1, que será totalmente uniforme para un determinado carácter si los dos parentales son homocigóticos para ese mismo carácter (Primera Ley de Mendel).
Por lo tanto, para conseguir un híbrido comercial estable para un determinado carácter necesitamos que sus parentales también lo sean, cada uno por separado. Usualmente llamamos a este tipo de parentales "líneas puras", pues al ser homocigóticos individualmente y entre sí, perpetúan su genotipo a través de la reproducción sexual. Por esto, los híbridos provenientes de dos líneas puras suelen mostrar una estabilidad altísima para todos los caracteres.
Más adelante veremos por encima las diferentes formas de hibridación en generaciones posteriores a la F2 a partir de la fecundación cruzada y el retrocruzamiento y comenzaremos con las definiciones de genotipo y fenotipo como introducción a un programa real de crianza. Hasta entonces, un saludo.